Todd McFarlane no sólo nos trae la historia sino también se encarga del arte, bajo el sello "Image", en una historia que atrapa por lo bien narrada, el gore, y cuán original es, teniendo entre otras cosas, como elemento distintivo que su personaje central es afrodescendiente y está muerto, detalles no menores, y de hecho, relevantes a la hora de contar la historia.
Creado en 1992 y catalogado como antihéroe, Spawn es en realidad Al Simmons, un agente encubierto que trabaja para el U.S. Security Group, un grupo militar de élite con licencia para hacer básicamente lo que quieran, tanto en el ámbito local como en el extranjero. Al director de dicho grupo, Jason Wynn, se le estaban yendo un poco las cosas de las manos, y Al pensaba renunciar a su puesto, algo que el propio Wynn no veía con agrado por toda la información que Al manejaba. Es por esto que en una misión en Botswana, Simmons es asesinado por uno de sus compañeros.
Enviado al infierno por las atrocidades cometidas, Simmons llega a un acuerdo con una entidad demoníaca llamada Malebolgia en el cual entrega su alma y sus servicios a cambio de poder ver a su esposa una vez más. Es así que Simmons vuelve al mundo de los vivos envuelto en una capa al mejor estilo Batman, usando una máscara y con superpoderes que todavía no puede entender - superpoderes que Malebolgia le ha otorgado ya que necesita que los ejercite antes de que Spawn se convierta en uno de los generales del infierno en su gran batalla contra quienes se encuentran por encima de los mortales.
Con fragmentos de memoria y todavía algo de humanidad, Spawn irá descubriendo su nueva realidad, la de su ex-esposa y sus conocidos, mientras va haciendo justicia por mano propia.
La batalla entre el Cielo y el Infierno es algo por demás trillado...algo que conocemos de memoria, pero no por ello, menos atrapante, y más si se sabe de antemano que el personaje central es un ser conflictivo, lleno de arrepentimientos, con una segunda (injusta) oportunidad, con superpoderes, y está muerto. Y, no menos importante, queda claro de buenas a primeras que él es solo otro peón en este juego de poderes.
Sin dudas, esta primer saga de "Spawn" es la mejor, vale la pena leerla...yo diría tenerla en tu biblioteca y releerla en unos años. "Spawn" tiene un arte que no pierde vigencia, un texto divertido y dinámico, un personaje central con el que es fácil empatizar, y una brutalidad propia de nuestros tiempos.
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