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domingo, 7 de septiembre de 2025

BATMAN: ASILO ARKHAM

 


Bueno...no lo voy a negar, me costó muchísimo terminar de leer esta historia. Reconozco que lo onírico no es lo mío, y es algo omnipresente en esta obra que Grant Morrison escribiera en el '89, y que Dave McKean ilustrara con un estilo tan experimental que todavía hoy divide aguas. "Batman: Asilo Arkham" no es una historia de superhéroes común y corriente: es más bien una pesadilla ilustrada.

La trama arranca con un motín en el manicomio. Los reclusos toman el control y el Joker pone una condición: que Batman entre al lugar. Y sí, entra. Pero lo que pasa después no son piñas ni persecuciones: es un viaje psicológico donde Batman se enfrenta a sus villanos como si fueran piezas de un rompecabezas de su propia mente. Es con esa idea de "ensayo", de demostrar que Batman es tan solo un reflejo de los locos que encierra, en este caso bajo la batuta del mejor director de orquesta, el propio Joker, quien lo único que pretende (parece) es que "el murciélago" experimente lo que él y los suyos viven día a día entre esas 4 paredes; 4 paredes que, además, tienen una historia muy particular.

En paralelo conocemos la vida de Amadeus Arkham, fundador del asilo. Un tipo que quería curar la locura, pero que terminó siendo devorado por ella. Esa historia se mezcla con la de Batman y la pregunta queda flotando: ¿qué tanto separa a un héroe de un interno del asilo?

El arte de McKean es un capítulo aparte. Acá no hay viñetas limpias ni trazos definidos: hay manchas, collages, fotos recortadas, tipografías deformadas. Cada página parece un cuadro colgado en un museo, o peor, una pared de un hospital abandonado. El Joker, por ejemplo, cambia de forma de una viñeta a otra: nunca se lo ve igual, siempre perturbador. Esto hace que el cómic sea más una experiencia sensorial que una narración lineal.

Es en este estilo de narración, fragmentada, simbólica, densa, que Morrison agarra al lector desprevenido...con la guardia baja. El mérito, además de un experimento bien definido - y seguramente necesario - está en volver a Batman un tipo (muy) vulnerable, al borde de la locura. Y uno, como lector acompaña. Y como "El Caballero Nocturno", no ve la hora de salir de esta pesadilla.

Si a esto le sumamos el apartado visual, con paneles a veces poco definidos, desfiguración constante de sus personajes, la paleta de colores, la imponencia del entintado, e incluso el lettering, a veces en forma de garabatos, hace que el deseo de huir de este comic se haga más patente con el correr de las páginas.

"Batman: Asilo Arkham" es considerado un clásico. Por lo que intenta, por lo distinto, por dónde nos sitúa a Batman. No se lee como entretenimiento liviano, y, evidentemente, no está diseñado para "el turista del comic". Pero justamente ahí está su poder. Es un cómic que se mete en la cabeza de Batman… y en la tuya. Está en mi biblioteca y ahí quedará...difícil lo vuelva a leer, al menos no en los próximos años.


FICHA TÉCNICA

EDITORIAL: DC COMICS

AÑO: 1989

# DE PÁGINAS: 144

GUION: GRANT MORRISON

ARTE: DAVE McKEAN

TINTA: DAVE McKEAN

COLOR: DAVE McKEAN

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