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sábado, 30 de abril de 2022

CATWOMAN - EL RASTRO DE CATWOMAN

 


La Catwoman de Cooke y Brubaker es una alejada de los planos fantásticos que rodean muchas veces el mundo de Gotham y por ende el de Batman. Aquí no hay superhéroes ni supervillanos (hasta cierto punto), hay soldados de a pie que batallan día a día contra criminales ordinarios. Uno de estos soldados es Selina Kyle, esta Catwoman que ha "regresado de la muerte" y que ha decidido alejarse del mundo de las joyas y los robos para dedicarse a defender a quien, como ella una vez lo estuvo, se encuentra en situación de extrema vulnerabilidad, y ese es el caso de las "chicas de la calle". Un asesino anda suelto con el fetiche de asesinar prostitutas y la policía parece hacer poco y nada al respecto. Selina tomará cartas en el asunto, haciendo justicia por mano propia.

"El Rastro..." viene a ser la secuela de aquella que comentáramos hace un tiempo, "El Gran Golpe de Selina" (acá tenés la reseña), y esta de hecho dividida en dos partes: "Insignificantes" y "Disfraces", ambas historias abarcando 4 números. Luego de haber fingido su propia muerte, Selina había regresado a Gotham buscando un nuevo rumbo en su vida. Luego de conocer a una prostituta llamada Chantel, decide dar un golpe a un tren cargado con dinero de la mafia, lo cual acarrea varios problemas, uno de ellos es que Chantel acaba siendo asesinada. Es de esa forma que Selina ve la luz en cuanto a lo que el futuro le depara, y es por eso que logramos entender el rol que le vemos en "El Rastro...". 

Gotham no es una ciudad segura, y menos de noche...y aun menos para una mujer sola de noche. La historia arranca con un prólogo donde se nos muestra al asesino en acción, si bien Brubaker tiene el cuidado de hacerlo más bien sugerido que explícito. Luego vemos a una Selina en sesión terapéutica, y disfrutando de la noche gótica, evocando su pasado criminal, tratando de autodefinirse. El trabajo de Hollingsworth en colores es muy bueno, utilizando tonos sepias y rojizos para los flashbacks. Brubaker también nos deja en claro que Selina se mueve en un mundo de grises, contrariamente al "caballero oscuro", cuyo mundo es blanco o negro, con sus "enemigos vestidos de colores chillones". Otras bases que se sientan al principio son su relación con Batman, y el cambio de vestuario, para terminar este primer capítulo con la presentación de Holly - la amiga de Selina - y la situación que se está dando en Gotham con las chicas asesinadas. De allí en más, veremos a una Catwoman con un único propósito: atrapar al criminal antes de que la vida de otra chica se pierda. Con un villano que no es lo que parece ser (y que también forma parte del universo Batman - demostrando a su vez, que su mundo no es tan diferente al del encapuchado como ella quiere creer), Catwoman tal vez tenga en sus manos más de lo que pueda manejar.

Por su parte, "Disfraces" nos lleva por un lado más detectivesco y noir, donde su amiga Holly - una ex-adicta que hace las veces de informante de Selina - está más involucrada que antes, y como suele pasar, mete las narices donde no debe. Trafico de drogas, policía corrupta, y viejos conocidos serán lugares a los que Brubaker recurra - con acierto - aunque como sabemos, sin dejar de ser lugares comunes y vistos en mil ocasiones. 

En cuanto al arte, los dibujos de Cooke y Rader (cada uno se ocupa de un arco) cumplen. Aunque no son de mi estilo favorito, debo reconocer que - especialmente en el caso del primero - su manejo de la secuencia narrativa es genial, recurriendo a un arreglo de viñetas muchas veces clásicos, que hacen de fácil lectura el comic, y con mucho foco en expresiones corporales y faciales - ora una mano, ora una bota -. Los entintadores, por su parte, tuvieron mucho trabajo aquí, ya que el tono noir que se requiere así lo exige, cumpliendo. Entiendo - sin ser un experto - que el trabajo Hollingsworth y Loughridge en colores, de estilo simple, está muy acorde a lo que el comic requiere y en línea con obras anteriores, siendo altamente destacable.

No sé si es el mejor comic de Catowoman para comenzar a leer del personaje, pero es uno simple que nos pinta muy bien la ambigüedad de la felina más famosa de DC, y un cambio de cariz con aquella villana que conocíamos antes.

Retrieved from: https://scans-daily.dreamwidth.org/5865882.html on 4/30/22

FICHA TÉCNICA

EDITORIAL: DC COMICS

AÑO: 2002

# DE PÁGINAS: 208

GUION: ED BRUBAKER

DIBUJO: DARWYN COOKE, BRAD RADER

TINTA: MIKE ALLRED, CAMERON STEWART, RICK BURCHETT

COLOR: MATT HOLLINGSWORTH, LEE LOUGHRIDGE



domingo, 26 de julio de 2020

ROBIN: AÑO 1




Chuck Dixon y Scott Beatty, ambos con amplia trayectoria como escritores del enmascarado más famoso de Gotham, nos traen "Robin: Año 1", en esta oportunidad acompañados de los españoles Javier Pulido y Marco Martín en dibujos, historia que se centra en Dick Grayson, el primero de los Robin, quien acompañaría a Batman en años por venir y que eventualmente encontraría su ruta en solitario para convertirse en Nightwing
Con un arte simple pero dinámico, una transición narrativa que muestra mucho vértigo, y con expresiones faciales bien logradas, Dixon y Beatty se enfocan en la relación del dúo dinámico, la falta de experiencia de Bruce Wayne para ejercer como mentor, padre substituto, y modelo, y por el otro lado la energía, rebeldía, y optimismo de quien establecería la vara alta para futuros "niñ@s maravillas", y quien se convertiría en el complemento perfecto de Batman. 
El joven Grayson muestra entereza al enfrentar la trágica muerte de su familia, hecho al que se le dedican unos paneles pero en los que no se ahonda.
También es justo decir que estos guionistas también dedican gran parte de este primer arco a mostrarnos como, desde su locura, Dos Caras establece que la mejor forma de atacar a Batman es eliminando a su compañero, por lo que éste villano y el joven Dick tendrán una sinergia especial.
Hay tiempo también para mostrarnos cómo Dick intenta llevar una vida normal, aunque sea a cuenta gotas, y así como viéramos con Peter Parker, la vida de héroes adolescente serán muy difíciles de compatibilizar.  
Bill Finger fue muy hábil en su momento al crear la figura de Robin, haciendo que Batman tuviera alguien con quien compartir sus aventuras, echara luz a su sombría vida, y pudiera fungir como padre - algo que en lo personal para el detective encapuchado siempre fue una cruz a cargar por su tragedia personal - . No hace falta ni que decir que en una época donde los superhéroes eran de mediana edad, tener un "sidekick" joven acercaba lectores de otras generaciones, con lo cual, también fue una jugada muy inteligente en lo económico. El legado, también, es digno de mención, ya que luego de que Batman tuviera a su joven aprendiz, lo mismo se replicaría con Aquaman y Aqualad, Green Arrow y Speedy, o Flash y Kid Flash.
En lo personal, no es una historia novedosa, pero sí se hace una lectura importante a la hora de entender el relacionamiento de Batman y su joven pupilo,  el dibujo dista de enloquecerme, pero cumple su función. Creo que el entintado de Robert Campanella agrega la cuota justa para darle el elemento sombrío necesario en una historia de este estilo.

Retrieved from: https://www.lafinestradigital.com/2017/04/04/robin-ano-uno-2/ on 7/26/2020

FICHA TÉCNICA

EDITORIAL: DC COMICS
AÑO: 2000
# DE PÁGINAS: 206
GUIÓN: CHUCK DIXON, SCOTT BEATTY
ARTE: JAVIER PULIDO, MARCOS MARTÍN
ENTINTADO: ROBERT CAMPANELLA
COLORES:  LEE LOUGHRIDGE