Qué buen comic este "Superman: Legado"! Mark Waid, a quien ya reseñamos en "Torre de Babel" y "Kingdom Come" entre otros, en compañía del gran ilustrador filipino Leinil Francis Yu ("Civil War"), nos traen este nuevo origen del que quizás sea el superhéroe más grande de todos los tiempos.
Preocupado por ser señalado y perseguido, este joven Clark Kent (de unos 25 años) intenta encontrar su lugar en el mundo, y averiguar cómo utilizar sus poderes de la mejor forma posible sin levantar sospechas. Como nos ha sucedido a muchos, a cierta edad se espera que sepas exactamente lo que tenés que hacer, pero esto no es tan sencillo, y menos si sos alguien que viene de otro planeta. Clark ha viajado alrededor del mundo, cubriendo historias relevantes pero a menudo soslayadas, como reportero freelance. Cuando nos encontramos con esta versión del kryptoniano, lo vemos en África Occidental, evitando un asesinato en traje de civil (y tratando de no ser descubierto), para luego ganarse la confianza del líder político a quien va a entrevistar, y adentrarse un tanto en las costumbres tribales de su pueblo.
Sin embargo, el arco no comienza allí sino con algo más manido, algo que hemos visto incontable cantidad de veces, y que sin embargo Waid, Yu, y el colorista Dave McCaig se las ingenian para imbuirle frescura: los últimos dias de Krypton. Se nos introduce a la historia de este pueblo a partir de sus últimas horas y de lo que los padres de Kal-El (verdadero nombre del portador de la "S" en el pecho) se ven forzados a hacer, con resultado incierto. La tecnología y los avances del planeta no logran detener su inminente destrucción, y los riesgos calculados de Jor-El, padre de Clark, de que el mundo que lo cobije en el futuro sea su propia armadura, se ponen de manifiesto de forma explícita, cosa que en lo particular no recuerdo haber leído antes. Es así que el joven Kal es enviado a la Tierra, donde el sol amarillo le dará habilidades inigualables; habilidades que usará en defensa de los oprimidos, en pos de un mundo mejor.
Clark, ignorante durante su juventud del legado que pesaba en sus hombros, descubre al fin la verdad sobre su planeta natal, sobre quiénes fueron sus padres, y sobre el ominoso destino de su pueblo. El símbolo de la Casa de El, esa "S" en el pecho, que en realidad no era tal, si no un signo de esperanza kriptoniano y el blasón de su familia, pasará a reinventarse como un emblema de fe para los habitantes de este, su planeta adoptivo.
Resulta encomiable lo que Waid y Yu logran con una nueva versión de "orígenes" de un personaje que a la sazón tiene casi 90 años, y del que se ha contado el nacimiento en infinidad de oportunidades. Presentándonos a un personaje central lleno de dudas que no hacen más que remitirnos a lo que la gran mayoría de nosotros hemos vivido - entiéndase qué hacer de mi vida, cómo ser feliz, y cómo, valga la redundancia, dejar un legado - este comic tiene todo para lograr la empatía con el público, y sin embargo tal vez no convenza a todos, tal vez mucho menos a los lectores de años y años de Superman. Personalmente la hallé interesante, sobre todo en la faceta de reportero presentada por Waid, y en los colores de McCaig. El dibujo de Yu es por momentos exquisito, en otros no logra la consistencia deseada, en especial de los rostros, si bien estos tienden a ser muy expresivos. "Hijo adoptivo" de dibujantes al estilo Jim Lee, tienden sus dibujos a ser menos "angulosos" que los del mencionado, con poca sobrecarga de contenido en las viñetas, y una buena mano para las escenas de acción. El color aportado por McCaig es muy destacable, aportando desde lo vibrante de los mismos, con una paleta amplia. El entintado de Alanguilan es sobrio, elegante, y realza el trabajo de Yu, aportando la luz necesaria en este comic a través de líneas finas.
Y, más allá de detractores, creo que este cuarteto hace un gran trabajo, no sólo en plantearnos las preguntas antes mencionadas que el mismo héroes se hace, si no en marcar lo difícil que es a veces tomar una decisión que no afecte a quienes te rodean, de cómo nuestras acciones pueden tener el efecto contrario al que deseamos (algo que aquí se ve en Smallville y la relación entre Clark y Luthor, una que con los años el calvo villano parece no recordar), y de cómo hacerte responsable de la parte que te toca. En definitiva, un comic al que vale la pena darle una oportunidad.
FICHA TÉCNICA
EDITORIAL: DC COMICS
AÑO: 2003 - 2004
# DE PÁGINAS: VOL.1 - 176 / VOL.2 - 160
GUIÓN: MARK WAID
ARTE: LEINIL FRANCIS YU
TINTA: GERRY ALANGUILAN
COLOR: DAVE MCCAIG
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