Con el advenimiento de una nueva película del MCU era ineludible el leer esta obra de Neil Gaiman y John Romita Jr. La lista de obras de Gaiman es muy extensa: Coraline, American Gods, Sandman, Los Hijos de Anansi, Stardust, y podríamos seguir. De corte onírico y místico, sus obras tienen un lineamiento a las que "Eternos" no escapa.
"Los Eternos" no son invención de Gaiman, si no del mítico Jack Kirby (la lista de personajes creados por "King" Kirby es tan extensa que sólo te voy incluir a Ironman, Silver Surfer, Capitán América, Daredevil, y Pantera Negra). Eso sucedía por el año '76. 30 años más tarde, el editor en jefe de Marvel de aquel momento, Joe Quesada, le encargaba a Gaiman un "refreshing" de estos personajes y su inclusión en el universo Marvel.
¿Pero...quiénes son Los Eternos? Kirby se basó en el concepto - muy difundido - de que en algún momento alguna raza evolucionada nos visitó, y que fueron ellos quienes dieron a los habitantes de La Tierra de ese entonces el conocimiento para construir, por ejemplo, las pirámides. Los Eternos son seres que han estado entre nosotros por miles de años, aunque casi ninguno de ellos tienen conciencia de quiénes son, de lo poderosos que fueron o podrían ser, y del motivo de su existencia.
Mark Curry es un interno de emergencias, con sueños extraños - como de una vida pasada - que vive sus horas en la emergencia en el Hospital Bellevue tratando de tener un poco de descanso. Ike Harris se le presenta un buen día en el hospital para decirle que ambos son seres extraterrestres inmortales enviados para proteger la Tierra. Evidentemente, Curry no cree una palabra. Harris insiste al presentársele en su departamento. A Curry el discurso de Harris empieza a sonarle cada vez menos descabellado. No ha pasado mucho y Harris arriba al CTI con múltiples fracturas producto de una bomba - ataque directamente dirigido a él por gente que conoce quién es en realidad. Debería de haber muerto. Por ese motivo Mark decide escuchar lo que tiene Ike que decir. Éste recuerda fragmentos de la historia. Sin lograr convencerse del todo, Curry denuncia a Ike ante las autoridades del hospital...unas autoridades un tanto extrañas. Las cosas para Harris podrían no salir como lo ha planeado.
Por otro lado se nos presenta a Sersi, una influencer con ganas de convertirse en party planner con un plan: organizar una fiesta a toda pompa para la embajada de la incipiente nación de Vorozheika, liderada por Druig, quien a todas luces es un alma oscura. Sersi acude la fiesta con Curry, a quien ha conocido de casualidad hace poco, pero a quien siente conoce de toda la vida. La fiesta se irá un poco - bastante - de su curso cuando unos terroristas tomen a todos de rehenes. Es allí donde Curry se dará cuenta de que lo que Harris le contaba tiene completo sentido, y sus poderes durmientes emergerán producto de la situación.
Gaiman nos irá de a poco presentando al resto de los personajes: Sprite - un Eterno condenado a tener siempre 11 años -, Zuras - el líder de los Eternos - , Thena, El Olvidado, Ajak. También, de forma muy acertada logra el objetivo de incluir en la historia tanto a Los Celestiales como a los Avengers (de la mano de Yellow Jacket, Wasp, y Ironman), y a los Deviants, enemigos de los Eternos y del hombre desde tiempos inmemoriales. El Durmiente - criatura celestial en estado de hibernación a las afueras de San Francisco - será el eje hacia el final de estos 7 primeros números, donde se nos plantea si los Eternos podrán recuperar la memoria a tiempo, si podrán unir fuerzas entre ellos y con los héroes mortales, y si será suficiente para evitar que El Durmiente despierte.
El guion de Gaiman parece ir de más a menos conforme pasan los números, pero al tener la buena base dejada por Kirby y la indudable calidad del británico, el "menos" no es tan pobre. En cuanto al arte de Romita Jr., creo que se ajusta bastante a lo requerido en esta serie, por un tema de dinámica y fluidez, aunque sus dibujos en lo particular - falta de detalles o precisión - no sean tan de mi agrado (por ponértelo de alguna forma, si sé que una obra tiene el arte de Romita, lejos de ser un motivador es un disuasorio). Con gran narrativa, esta edición de Los Eternos se hace algo entretenido y fácil de leer a pesar de lo complejo que pudiese haber sido seguir su trama.
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