viernes, 15 de febrero de 2019

WILD WORLDS


Si uno piensa en un "genio loco", probablemente le venga a la mente la imagen de alguien como Alan Moore. Sin dudas, el británico es un grande; con sus peculiaridades (ocultista, anarquista, mago), pero con algunas de las mejores obras que pueden encontrarse en el mundo del comic: "Watchmen", "Batman: the Killing Joke", "V for Vendetta", "From Hell", y "The League of Extraordinary Gentlemen" entre otros (si, si te suenan todos a películas es porque todos tuvieron sus versiones fílmicas). Creo que con estos ejemplos queda más que claro lo que puede dar Moore. "Wild worlds" definitivamente es de lo peor escrito por el barbado artista.
Craneado como un intento de llevar el universo Wildstorm a nuevos límites, este libro cuenta con 5 historias, algunas malas...y otras peores. La primera cuenta con el sólido trabajo en lápices de Scott Clark, y el mejor trabajo aún de Sal Regla y Chris Carlson en tintas.
Spawn, el personaje creado por Todd McFarlane, se encuentra con los WildC.A.T.S. de Jim Lee. El primero irrumpe donde se encuentran los muchachos liderados por Marlow (Zealot, Maul, Grifter, Spartan) buscando venganza, sólo para "desayunarse" que en realidad estos chicos no tenían nada que ver. Esto los llevará al futuro para enfrentarse al "ipsísimo", que no es otro que el propio enviado del infierno. Simple, diría que incluso aburrida.
La segunda historia es "Wildstorm spotlight: Majestic", donde realmente se nota la mano de Moore: un universo al punto de la extinción y el destino de los últimos eclécticos personajes que lo pueblan - esta historia indudablemente escrita bajo los efectos de algún alucinógeno.
El mejor arte (Michael López) se encuentra en la historia 3, "Voodoo: Bailando en la oscuridad". Situada en Nueva Orleans, una chica nueva en la ciudad, asesinatos, mucha magia negra y sexo en el aire.
Lo más flojo del compilado es la cuarta historia: "Deathblows", donde tanto argumento como arte de por sí no valdrían la pena. Finalmente nos encontramos con la colaboración Moore / Charest, que parece más un capítulo que una historia que se valga por si misma. Con todo, esto es de lo mejorcito del libro.
Honestamente, se me cayó un poco el concepto de Moore, pero todo genio tiene derecho a uno o dos errores.



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