Nunca me imaginé comprándome un comic de Aquaman, personaje que definiría como: "blah..". No obstante, fui gratamente sorprendido por el nuevo enfoque que se la da en la nueva tirada llamada New 52 organizada por la gente de DC comics, donde toman 52 títulos icónicos y les dan nueva vida, en muchos casos en manos de gente que es brillante en el tema, y quienes son capaces de revitalizar títulos como el que les comento en esta oportunidad.
Dos fenómenos: Geoff Johns (en este momento, please, reverencias), e Ivan Reis, sitúan a Aquaman en Boston, donde intenta, sin mucho éxito al principio, revertir los prejuicios que la gente tiene de él (incluso se lo puede ver intentando almorzar en un restaurante entre la gente y pidiendo unos mariscos).
Las burlas de los comensales, incluyendo las de las fuerzas del orden, no hacen mella, ya que también busca establecerse en tierra, y renunciar al trono de Atlantis. Su imagen empezará a ser valorada cuando una serie de seres que provienen de las profundidades del océano aparezcan en superficie, devorándose a humanos y animales por igual. Junto a Mera, su prometida, intentarán salvar a los habitantes de la superficie, aunque ella no esté tan de acuerdo.
La forma en que Johns magistralmente nos introduce al personaje hace que uno termine entendiendo su aprehensión hacia los habitantes de la superficie, y esto es más loable aun cuando el diálogo del principal personaje es acotado. Incluso la burla hacia su persona trazan un paralelismo con lo su imagen en el acervo popular; un personaje que ha sido históricamente ridiculizado por lectores y extraños, y que Johns intenta - con éxito - hacer respetar y querer.
8 / 10
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